lunes, 17 de mayo de 2010

MIEDO AL MIEDO



Muchos de mi generación; aquélla del mundial del 82, los que crecimos con naranjito, fuimos educados en la cultura del no. No toques esto, no hagas esto, no digas eso, no... Hace algún tiempo empecé a escribir con la mano izquierda. Intenté renunciar a una parte de lo que ya había aprendido. Durante semanas me entretuve en desmontar los patrones que me habían llevado a dominar el arte diestro, pensé que cambiando aquella tónica, aquella rutina tan rutinaria, podría adquirir nuevas habilidades, cambiar algunas pautas de mi propio comportamiento.

Por qué no cambiar?

Por qué no aproximarse a las cosas desde otro punto de vista?

Por qué no intentarlo?

Por qué no probar?

Casi sin pretenderlo; aquellos no_es de la infancia se transformaron en por qué no_es de la juventud y así, con sorpresa, mi cabezonería y curiosidad me condujeron al lugar donde hoy me encuentro. No sé si un lugar mejor o peor; sí un lugar diferente, sí un lugar inesperado.

No deberíamos perder de vista que todos esos no_es calan en nuestros pequeños, por eso nuestra sociedad debería renunciar a la cultura del miedo que le fue inculcada por sus mayores.

Deberíamos hacer algo por cambiar la portada de ese cuaderno; los americanos han comenzado a hacerlo con ese yes, we can, de la mano de obama - y no me refiero a su política sino a su actitud de mirar hacia delante; que quizás, sólo quizás sea extrapolable a nuestra cotidianidad-.

Nosotros también necesitamos algo así

un lles, güi can, pero más made in spain



hoy suena en mi habitación: à chacun son affaire / amadou et mariam (gracias a toni por invitarme a su concierto) merci beacoup


miércoles, 12 de mayo de 2010

MEMORIAS DE UNA PIÑA



Los cumpleaños nos recuerdan que no somos ajenos al paso del tiempo. Estoy sentado frente a la pantalla del ordenador. La imagen oscura del fondo del escritorio tropieza en los cristales de mis gafas, frente a mi retina. Su semblante me resulta familiar aunque no consigo distinguirlo con claridad. Sus cejas pobladas y densas, con esos tres o cuatro pelos rebeldes al llegar al quiebro de la nariz me recuerdan a las suyas, esas entradas, ese gesto...

Ah, sí; ese gesto…

Hoy voy a escribir aquí sobre el mejor regalo que jamás he recibido; el regalo que me hizo mi abuelo maxi; un elogio a la lucha por el día a día.

...

Mirando la fotografía de arriba, deteniendo la vista en el detalle de su pecho, si digo que el maxi llevaba siempre el monte cerquita del corazón, seguramente, podréis entender mejor de lo que hablo. Quiero dejar constancia en este no-lugar, en esta atopia del blog, del amor y del respeto de un hombre por la naturaleza, por la vida, por ese pinar que un día fue el principal sostén de su familia; ya que durante buena parte de su vida se dedicó, como muchos de sus vecinos, al oficio de la resina.

Su piel era albar y su pelo negral, como la de los pinos entre los que acostumbraba a pasear. Sus párpados de musgo, sus pestañas tímidas, sus ojos castaños, vidriosos, casi resinosos. Sus dientes de porcelana, su camisa siempre bien planchada – por mi abuela- . De buena planta, generoso porte y buena sombra, como los árboles del lugar. Ecuánime en sus palabras, contenido en sus gestos, de carácter introvertido; noble, afable y recto como los troncos de aquellos pinos que acariciaba con la mirada.

De mi abuelo me queda el calor de su abrazo infinito, el eco de su voz rota; el recuerdo de su palabra; el frescor de la sombra de las escaleras de la puerta del antonino, la vista del río Ucero desde la Galiana, el color del mercado de San Leonardo, el respeto hacia los mayores, los paseos hasta la dehesa y algunas buenas lecciones; como el modo en que él y mi abuela se las apañaban para llegar a fin de mes con la pensión...

Qué cosas. Mañana cumplo 28 (piñones) Cierro estas notas con la voz de Miguel de Unamuno; en Paisajes del Alma (1932, Madrid):

No nos quede lo que pasó, lo que sucedió, sino lo que los hombres, por haberlo vivido, soñaban que pasaba, que sucedía y transmitieron, con sus sueños creadores a sus sucesores.

a maxi

gracias por el regalo

con cariño

rubén


hoy suena en mi habitación: what´s up / 4 non blondes

http://www.youtube.com/watch?v=ZwCt0YQPn7g


viernes, 7 de mayo de 2010

ANGEL_ES




Mi madre Angelines está sentada en su cama, junto a la mesilla; está hablando por teléfono con mi abuela, Ángeles.

Han subido este finde la Mati y el Óscar?

Has visto a la peque?

Qué tal está? - le pregunta-

Para comérsela - le contesta -


La fotografía la tomó mi hermana; lorena (el texto podía habérmelo ahorrado... una imagen vale más que mil palabras)


hoy suena en mi habitación: ode to my family / the cranberries / a los papis de Ángela, algo así como mis tíos

domingo, 2 de mayo de 2010

SATURDAY EVENING




El sábado amaneció mar_ron... No tengo claro si lo que sonó a las 12.30 fue el móvil o el despertador. Hoy creo recordar que el que llamó fue Toni diciéndome que tenía dos billetes para Mexico y que uno llevaba escrito mi nombre. Demasiado lejos -pensé-. Por un instante, se abrió un paréntesis en la conversación y tras vacilar por un momento contesté; por qué no. Con puntualidad inglesa, llegué a las dos a la puerta de la cantina, fui el primero en aparecer por allí. Mi amigo se retrasó unos 4 minutos, como de costumbre, algo que entra dentro de los cánones del protocolo; una espera de hasta 5 minutos puede considerarse como una cuestión de cortesía, no más. El menú consistió en unos aritos de cebolla y nachos como entrantes y unas fajitas de pollo y una nube como plato principal. Después de comernos las nubes, tocamos el cielo con el postre; un toque dulce, chocolates varios y margaritas - quizás por aquello de que ya estamos en primavera -. Después llegó el café, con el puntito de canela y la compañía del resto de la cuadrilla.

Pasamos la tarde cerquita de Marruecos, a los pies del palacio de Beni-Hud. Entre palabras, anécdotas y algunos recuerdos se fue el tiempo.

A las 19:30 había quedado con Brandon y Nat. Nos dirigimos a la filmoteca para ver un par de películas de Charles Chaplin. Durante algunos instantes, dudé si la película contaba con sonido o no, porque las carcajadas del aforo inundaban el aire de la sala. Después nos dejamos caer por El Tubo y tomamos algo. Hacer de turista en tu propia ciudad, dejarse llevar de la mano por aquéllos que la han conocido y la viven desde otra perspectiva es toda una experiencia. Brandon nos condujo hasta uno de sus pubs preferidos y allí estuvimos departiendo sobre su estancia en España, su día a día, sus motivaciones, sus perspectivas de futuro...

Al rato, les propuse cambiar de local y acercarnos hasta La Campana de los Perdidos. Ayer tuvo lugar un pequeño homenaje a Georges Brassens. El local estaba a tope; tanto que optamos por sentarnos en las escaleras.

Y allí nos quedamos, al abrigo de aquellos acordes, al amparo del calor de un público entregado, al rescoldo del fuego de las notas de aquella guitarra, perdidos en el rumor íntimo del hielo rompiendo contra las paredes de algún vaso de cristal.


hoy suena en mi habitación: l´orage / georges brasses