jueves, 29 de julio de 2010

230 / HOTEL MAZA, PLAZA ESPAÑA



Cuando desperté la otra noche de madrugada, todavía seguía ahí. En aquella botella ya no quedaba vino y sin embargo se veía llena.

¿Alguna vez te has preguntado cuánto ocupa el silencio, cuál es su volumen?

El volumen del silencio es esa medida que uno nunca llega a abarcar, ese vacío al que uno se asoma intentando recuperar los pasos que le han llevado hasta allí.

Conocerte en el aquel bar quizás fuera sólo una cuestión de simetría; el juego caprichoso de un puñado de febriles neuronas espejo recorriendo el contorno de tu piel, buscando un resquicio de sombra donde resguardarse de la luz del día.

En aquel silencio tan callado, tan íntimo; intenté dar con la lágrima afrutada de su voz. Me bebí de un solo trago los posos de sus abrazos, el aroma de su perfume, la solera de su sonrisa, el tanino de sus besos, la desnudez de su mirada, la resaca de su calor.

Imagino la coreografía de anoche, la de tantas noches de sábado; dos copas de vino entrelazadas por el deseo, dos bocas sedientas, una nube de caricias junto a la mejilla y un paseo por su cuello hasta posar mis labios sobre la cima carnosa de sus hombros; su pecho mi almohada, su pulso mi hora, su ombligo mi oasis, su …

Son casi las 12 de la mañana. El vidrio de la botella todavía sigue empañado; la etiqueta, que reza Gran reserva / Crianza en roble / Temperatura de servicio 15-17 ºC, terminó por el suelo, como las sábanas; no hubo tiempo para protocolos.

¿Cuánto ocupa el silencio, cuál es su volumen?

No lo sé. No sé cuánto ocupa el silencio ni tampoco cuál es su volumen; pero me gustaría creer que algo así como el espacio que queda a este lado de la habitación del hotel - 75 cl me parecen pocos -.

Llaman a la puerta. ¿Quién puede ser ahora?


hoy suena en mi habitación: who can it be now / men at work (en) http://www.youtube.com/watch?v=MOuEYSJCFqE / a toni (el nombre del hotel está bien escrito, no?) - perdóname la travesura-


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