sábado, 16 de enero de 2010

GIRALUNAS




Como ya no puedo seguirte con la mirada, te sigo con el pensamiento; el tiempo que va del ocaso al alba. Con la distancia, todo parece más nítido. Te mueves ágil, resuelta, jovial, libre, grácil.

Siento el cuello entumecido de tanto buscarme en el espejo de tus ojos. Ahora que ya no te veo; que ya no me veo reflejado en ellos, necesito parpadear para recordar que sigo ahí; aquí, a la verita de un folio en el que garabateo sin rumbo.

Se acurruca en la cuenca de la mano, ronronea entre la yema de los dedos. Está algo arrugado pero servirá. Recordando aquella lejana y temprana lección de papiroflexia, surge entre pliegue y pliegue algo que se parece a ese primer barquito de papel.

Esta noche; con la pleamar, botaré mi barca hacia otras aguas, otros iris. Dejaré que me arrullen en su seno las olas, me enredaré en su cresta hasta quedar exhausto, me aferraré a la tabla de su piel para seguir a flote; consciente de que aunque duerma con otra, estaré solo.

...


hoy suena en mi habitación: esos ojos negros / duncan dhu

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